
No es particularmente la lámpara más fea que existe pero jamás se me ocurriría comprarla para decorar lo que se supone es un “departamento de lujo”. Pero en esta foto se revela -o se rebela-, algo que no podría captarse en una primera impresión. Y quizá, vista de esta manera, la lámpara sea un poco mejor de lo que pensé y haya algo en ella que los chinos supieron copiar bien de alguna lámpara mucho mejor.