
Olinka es el sueño de un constructor y ese sueño no tiene cabida para los deseos de quienes le dan dinero para financiar su proyecto y desarrollar un fraccionamiento de lujo a la afueras de Guadalajara.
Tres padres ausentes, uno por querer hacer realidad su sueño, otro porque simplemente no estuvo presente y el tercero por haberse prestado a purgar una condena que no le correspondía.
La más reciente novela de Ortuño es la crónica breve de una “acomodada familia tapatía venida a menos” con tintes de thriller y , por momentos, de potencial guión de película protagonizada por un Damián Alcazar ya entrado en años.
Recomendable para pasar el tiempo.