
Para muchos, la ciencia ficción es un género menor, el espacio en el cual la fantasía se puede llevar hacia el futuro para predecir o para explicar a dónde nos llevará el presente.
Para algunos escritores, la ciencia ficción es el espacio en que cual pueden construir sus historias sin tener que apegarse a reglas sociales establecidas ni limitar el alcance de la mismas.
Ygdrasil es una invención que nos lleva más allá de algunos de los límites que le hemos puesto al futuro. “Cyberpunk meets” energía espiritual, sacrificios, almas en pena, alienígenas, corporaciones todo poderosas y escenarios digitales que requieren de cartografías propias de exploradores de nuevos continentes.
No es un texto para “débiles de corazón”, por momentos es cruel y sádico y constantemente nos cuestiona si es o no un libro que puede disfrutarse.
Pero está bien escrito a pesar de parecer, en ocasiones, el sueño de un adolescente con imaginación desbordada, gusto por la tecnología y una intensa obsesión con el futuro y una clase alternativa de espiritualidad.
Y, no, no es ciencia ficción “latinoamericana”.